sábado, 21 de noviembre de 2009

Carta de Un/a Hij@ a Sus Padres


No me des todo lo que te pida, a veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo alcanzar.


No me grites, te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.


No me des siempre órdenes... Si en vez de órdenes, a veces, me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.


Cumple las promesas, buenas o malas... Si me prometes un premio dámelo, pero también si es límite.


No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si tú me haces quedar mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces quedar peor que los demás seré yo quien sufra.


Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con la que tratas a tus amigo; ya que proque eamos familia, eso no quiere decir que no podamos llevarnos bien.


No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro, me harás sentir mal y perder la confianza en lo que me dices.


Cuando te equivoques en algo, admítelo. Crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.


Déjame valerme por mí mism@, si tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender.


No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esta decisión.


No me digas que haga una cosa que tú no haces, yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Enseñame valores, independientemente de lo que afuera me quieran enseñar, porque de nada vale si yo veo que tú no los llevas a la práctica.

Cuando te cuento un problema mio no me digas: "no tengo tiempo para tonterías" o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayúdame

Quiéreme y dímelo. Me gusta oírtelo decir, auque tú no creas necesario decírmelo.

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